Jesús de la Riva, presidente de Ciruelas Chile A.G., dice que los proyectos solares fotovoltaicos constituyen una de las soluciones relevantes del sector para mantener su competitividad global.
A partir de julio ha comenzado a registrarse un alza en las cuentas de la luz, tras el descongelamiento de las tarifas que fueron establecidas en 2019 y la actual deuda con las administradoras del suministro eléctrico.
Así, se verán afectados directamente los costos operativos y márgenes de los productores de fruta, para quienes el menor consumo de energía y agua, son factores permanentes de preocupación de los últimos años.
Para un productor de ciruelas de tamaño medio (30 hectáreas), que cuenta con riego tecnificado (bombeo) el costo promedio mensual de electricidad es de unos $700 mil, valor que se puede disparar a cerca de $2 millones si se cuenta con hornos deshidratadores. Se trata de la rentabilidad de 2-3 hectáreas en el año.
Dada la preocupación por el impacto en la competitividad global por alzas de la energía eléctrica en el sector productor de ciruelo europeo, Jesús De La Riva, presidente de Ciruelas Chile A.G., y Thomas Holmes, líder del equipo de ventas en Rising Sun Chile, sellaron un acuerdo que implica entregar asesoría sin costo para los socios que requieran evaluar proyectos y buscar fuentes de financiamiento.
Actualmente, existen varios mecanismos de financiamiento como lo son los créditos verdes con los diferentes bancos a nivel nacional. Dichos créditos tienen condiciones especiales en términos de tasas, plazos y pies iniciales; actualmente, uno con 10% del valor de venta ya puede iniciar su proyecto. Los financiamientos son entre 6 y 8 años donde el valor cuota no supera el ahorro energético percibido y los sistemas fotovoltaico tienen más de 20 años de garantía de fábrica.
Hasta ahora, los créditos verdes se ocupan poco, y como gremio -finaliza Jesús de la Riva-, queremos fomentar su uso, los cuales se pueden complementar con subsidios de Sercotec y la Corfo.
Rising Sun Chile desarrolla proyectos solares fotovoltaicos completos, siendo ésta una solución para reducir costos y entregar energía limpia que ayuda a disminuir la huella de carbono.
El autoconsumo fotovoltaico (energía solar) es una solución ventajosa por varias razones. Su mantenimiento es mínimo y con costes de instalación bajos, los paneles solares tienen una vida útil media de 25 años con una inversión inicial amortizable entre 3 y 5 años. Se estima que las compañías que adoptan el autoconsumo reducen su tarifa eléctrica entre el 40% y el 60% según cuánto consuman y la actividad que realicen, porque una de las ventajas de este sistema es la posibilidad de vender a la red la energía sobrante producida por las placas instaladas en una fábrica o empresa.
Competitividad y Sustentabilidad
Por otro lado, el tema de la sustentabilidad no es menor. Este se alinea al concepto de Chile-país-responsable que se preocupa de la inocuidad y la sustentabilidad, de los asuntos ESG, donde Ciruelas Chile A.G. (productores de ciruelo europeo) y Chileprunes (gremio de procesadores y exportadores de ciruelas deshidratadas), han logrado avances en un trabajo conjunto “que abarca no solo las plantas procesadoras, sino los sistemas productivos agrícola, buscando ser rigurosos con el uso del recurso hídrico, la eficiencia energética y el trabajo en los huertos con las comunidades”, dice Jesús de la Riva.
El representante gremial agrega que Chile tiene una de las ciruelas más sustentables del mundo, con niveles de eficiencia superior que la media, por ejemplo, de los huertos en California, en lo que a uso de agua y energía se refiere.
Por ello, y buscando mantener una competitividad global, “es fundamental gestionar incentivos concretos a la generación propia, a través de energías fotovoltaicas, entregando y promoviendo herramientas más eficientes, disponibles a través de proyectos dirigidos a los productores”.
Ciruelas Chile A.G cuenta con 100 empresas socias que agrupan un poco más de 2.000 hectáreas, y en donde alrededor del 90% son productores y el resto, productores, procesadores y exportadores de la Región de O’Higgins, la principal zona productora de Chile.
En 2023, alrededor del 95% de la oferta en ciruelas frescas se exportó -principalmente a China-, representando en torno a 58 mil toneladas frescas. El gigante asiático en una mirada de mediano plazo ha crecido en volumen, pero no siempre en valor, sufriendo muchos vaivenes de un año a otro, por ello, se requiere buscar diversificar los mercados y consolidar el producto fresco.
Norteamérica y Europa en general, perciben un mayor valor cuando se cumplen ciertos estándares de sustentabilidad y, por lo tanto, están dispuestos a pagar más, cosa que -dice el representante de Ciruelas Chile- no sucede con China, “mercado que busca precio y calidad, sin dar importancia a aspectos de sostenibilidad, pero que por tamaño siempre será relevante para nosotros”.