Es la opinión del socio gerente de Silvestres, Matías Campos Santa Maria, y de Pedro Monti, sales manager, quienes hacen referencia a los mercados globales, la industria y a esta empresa socia de Chileprunes y que fuese creada en 1989.
Pero antes, una referencia al clima…
La Corriente del Niño ha provocado lluvias intensas durante el invierno chileno que ya termina. Los últimos 10 años, la sequía ha sido un tema relevante, pero gracias a las intensas precipitaciones en la zona centro y sur del país, ahora y hasta 2024, no será tema, al menos para la industria de la ciruela deshidratada chilena, concentrada en la VI Región.
Eso sí, se entiende que la lluvia más beneficiosa es hasta septiembre, y ya en primavera no lo es tanto -este año, la cuaja y floración debiera ser larga, porque hubo un 45% menos de horas frío -, y ya si se producen lluvias en verano, eso podría ser dramático, ya que podría causar daño a la fruta.
Este año, la producción de ciruela deshidratada chilena debiera ser más baja de lo normal, pues con muy pocas horas de frío (lejos de las 600 horas requeridas), el árbol viene con menos fuerza para esta temporada.
Matías Campos expresa que, en todo caso, “venimos de los mejores dos años de la historia de la ciruela deshidratada en Chile. El 2021 y 2022, tuvimos precios históricos debido a bajas de producción o problemas climáticos en otros países productores. Ahora, lo que estamos viendo, es la vuelta a precios más normales”.
Por otro lado, la contingencia es distinta: en los mercados internacionales, se están viendo tasas de interés bastante caras donde, por ejemplo, resulta costoso tener contenedores en bodega; tener stock parado es malo, cuesta mucha plata, señalan.
China e India
En cuanto a los mercados internacionales, señalan, los chinos salieron a comprar fruta muy temprano, y en los últimos meses, sobre todo a partir de agosto, los embarques se han estabilizado, ralentizándose la compra acelerada del primer semestre de 2023, existiendo una compra más ‘a goteo’. Sudamérica y Estados Unidos están estables, pero un Renminbi (RMB) devaluado en China genera este freno. China es un mercado muy sensible al precio, con un alto nivel de competencia por lo que los problemas financieros repercuten inmediatamente en los negocios de importación, añaden.
Matías Campos, asimismo, ve con muy buenos ojos el logro público-privado que permite a la ciruela deshidratada tiernizada poder ingresar a la India, un mercado de más de 1.400 millones de habitantes.
“Es una gran noticia, vamos a poder vender allí en el corto plazo. Aquellos que tienen posibilidades de consumir un producto de este tipo, por precio, son aproximadamente 250 millones de personas y sigue creciendo debido al boom económico por el que pasa India. Si convences a la familia india de que se trata de un producto saludable y bueno para ancianos y niños, ese grupo familiar se sale del presupuesto para comprarlo. Lo ven como algo integral, por eso, hay un buen futuro ahí, la gente de la India ve la alimentación de una forma muy distinta, le atribuyen mucha importancia por lo que un producto tan positivo y saludable como la ciruela tiene muchas posibilidades de crecimiento”, añade Pedro Monti, y agrega: “sin duda, en pocos años, India va a estar en el top ten de nuestras exportaciones de ciruelas deshidratadas chilenas”.
Habrá que seguir muy de cerca este mercado para entender cuál será su necesidad -dicen-, por sus características es probable que sea un mercado para ciruela tiernizada con y sin carozo, pero esto solo el tiempo lo dirá.
Desde los orígenes
Silvestres fue fundada en 1989 y sus inicios se remontan a la exportación de hongos silvestres a Alemania, he ahí el origen del nombre. Era un trabajo en medio de los bosques del sur de Chile, apoyado por gente muy sencilla, sobre todo en los periodos de invierno y primavera.
Luego, incursionaron en los frutos secos, logrando su primera exportación a Brasil en 1996, primero con las pasas, y años después con las ciruelas deshidratadas. Ahora, también ofrecen nueces y ajos frescos.
Hoy, la empresa socia de Chileprunes, y que cuenta con cerca de 50 colaboradores fijos -los que suben a 360 en temporada de cosecha-, exporta alrededor de 3.000 toneladas solo de ciruelas deshidratadas a más de 40 países, principalmente de Europa y Asia, la empresa espera seguir creciendo entre 1.500 y 2.000 toneladas más en los próximos años. Este producto constituye alrededor de la mitad del negocio de Silvestres.
Entre las innovaciones que trae la firma está un nuevo sistema de cosecha de origen francés que provoca una sacudida leve al árbol con un movimiento curvo, permitiendo la caída de la fruta madura, y no la mediana y verde. En 5 minutos puede hacer 15 árboles. Lo anterior permite que se realicen más pasadas por el mismo huerto durante la época de cosecha, logrando de esta forma que la fruta cosechada en cada oportunidad tenga el mayor grado de madurez posible. Todo esto, redunda en una calidad óptima y homogénea de aquello que exportamos al mundo.
Esta máquina estará disponible para la cosecha del 2024 y tiene un costo de 180 mil euros, aunque también se podrá arrendar. Entre sus ventajas es que se trata de una tecnología simple que no trae motor y que puede ser tirada por un tractor común y corriente.
Con oficinas en Santiago, una planta procesadora en Rinconada de Los Andes, Silvestres posee 80 hectáreas en Santa Cruz y Marchigüe; además de recibir fruta fresca en consignación de otros 25 campos en las zonas de Copiapó, Vallenar, Elqui, Limarí, Aconcagua, Chacabuco, Maipo, Colchagua.
“No somos compradores de fruta seca lista para vender en otros mercados. Nos gusta recibirla fresca para hacer el control del secado y por un tema de trazabilidad”, indica Campos. En efecto, la empresa tiene contrato con SunSweet para el trabajo de lavado y secado de la ciruela deshidratada. Se trata de una fórmula en la que fueron pioneros en Chile, hace alrededor de 10 años, y que ahora se encuentra bastante extendida, dado que otorga bastantes diferencias en la calidad del producto, entregando una fruta más homogénea, además de beneficios fitosanitarios y organolépticos.