Se ha definido una primera versión del estándar, que debe ser validada por un comité técnico. Contempla alrededor de 150 acciones en las dimensiones de Ambiente, Calidad, Gestión, Social y Ética, lo cual debiera impactar a más de 300 empresas ligadas al sector.

Cerca de un año de trabajo llevan los productores y procesadores de ciruelas secas en el desarrollo de un estándar de sustentabilidad, bajo el alero de la Asociación Gremial de Procesadores y Exportadores de Ciruelas Secas de Chile, Chileprunes, que agrupa al 70% de las exportaciones de ciruelas deshidratadas.

La primera versión del estándar, que debe ser validada por el comité técnico contempla alrededor de 150 acciones, agrupadas en 5 dimensiones: Ambiente (abordando temas de agua, suelo, biodiversidad, insumos residuos, energía y gases de efecto invernadero), Calidad (gestión de la calidad y gestión de la inocuidad), Gestión (viabilidad económica), Social (comunidades locales y condiciones de trabajo y protección social) y Ética (cumplimiento de la legislación).

Se estima un impacto superior a 300 empresas de distintos tamaños, entre socios y, principalmente, proveedores de la industria de la ciruela deshidratada. Eso sí, no existe ninguna acción de carácter obligatorio, cada productor deberá definir cuáles son las acciones que desea incluir dentro de su proceso de certificación.

“Cuando partimos el proceso, las empresas estaban preocupadas de que los estándares estuviesen alejados o desajustados con la realidad del sector, pero al final hemos tenido una muy buena recepción y trabajo en conjunto“, dice el especialista en extensión agrícola del IICA y coordinador alterno del proyecto, Fernando Barrera, quien ha realizado múltiples visitas a terreno, a empresas grandes y pequeñas, a agricultores y productores para validar el proceso.

Apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), agencia del Ministerio de Agricultura, y liderado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), se busca desarrollar e implementar un estándar de sustentabilidad para este sector agroindustrial, con una amplia validación de los distintos actores que lo conforman, en el marco del programa Chile Origen Consciente, que coordina la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, Odepa.

Fernando Barrera agrega que el objetivo del estándar es proponer una herramienta de gestión para las empresas de la industria, permitiéndoles identificar buenas prácticas y acciones que actualmente son implementadas o que se pueden ejecutar en el corto o mediano plazo, con el fin de hacer los procesos más sustentables.

Este proceso debiera durar alrededor de dos años y medio hasta alcanzar el sello sustentable “Chile Origen Consciente” del Ministerio de Agricultura. Tras el desarrollo del estándar, vendrán otras tres etapas relacionadas con la auditoría, capacitación y certificación.

El sector de la leche y de las carnes de ave y de cerdo ya poseen este sello, por lo que la industria de las ciruelas deshidratadas se pone a la vanguardia en materia de sustentabilidad. “Nuestro sector tiene un interés genuino en la sustentabilidad, proceso en el cual hemos ido identificando brechas y aspectos en los que nos falta avanzar, realizando un proceso participativo que incorpora a diversos actores de la cadena, desde el campo a la mesa del consumidor final, desde el agricultor y productor, hasta los abastecedores, proveedores, exportadores y clientes”, agrega Pedro Acuña, director ejecutivo de Chileprunes.

Todos los sectores de la economía están sintiéndose cada vez más interesados por mejorar su desempeño en al ámbito de la sustentabilidad. La mirada hoy es más amplia y los nuevos estándares de sostenibilidad, no solo involucran las materias medioambientales, sino que también incorporan la relación de las empresas con la comunidad, la ética en los negocios y la sustentabilidad económica del negocio agrícola.

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