Con Pedro Acuña, Director Ejecutivo de Chileprunes, a cargo de presentar la agenda de acciones a corto plazo. Cada junta del Comité Técnico destaca por su dinámica altamente participativa y las actividades guiadas por el equipo de IICA, buscan avanzar en función del propósito, objetivo, alcance y temáticas del estándar.

Las sesiones virtuales del comité técnico a cargo de diseñar el estándar se han vuelto cada vez más interactivas. Con actividades tipo “taller”, impulsadas por Chileprunes y organizadas por IICA, invitan a los asistentes a interactuar y votar utilizando la tecnología lúdica de la plataforma Wooclap, método que propicia una dinámica de feedback instantáneo, facilitando los aportes y mejoras propuestas por sus integrantes.

El trabajo del comité fluye activamente en comunicación e intercambio de opiniones. Cada ítem que se aborda es sometido a votación y a comentarios, lo que permite generar nuevos conceptos y definiciones más precisas. Lo anterior ha sido clave en el perfeccionamiento de aspectos fundamentales para el estándar: propósito, objetivo, alcance y temáticas asociadas se han afinado y completado con el aporte de sus participantes.

En este contexto y con esta dinámica, el diseño del nuevo Estándar de Sustentabilidad para el Sector Agroindustrial de Ciruelas Deshidratadas, avanza en orden y en coherencia con su agenda de planificación, pero también con un fuerte componente de articulación y escucha activa entre sus asociados. En palabras de Fernando Barrera, especialista en extensión de IICA; “Se trata de un diálogo consensual, para lograr un acuerdo entre todos y así construir un texto satisfactorio”.

Es así que en esta dinámica de consenso se ha logrado reemplazar “mejora” por “fortalecimiento”; y se ha sumado la idea de “contribución positiva, para minimizar impacto”. También se ha incluido el concepto de “calidad” y el término “sustentabilidad” ha sido relevado a la primera línea en todas las definiciones.

En palabras de Gabino Reginato, Decano de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile y miembro del comité técnico; “el estándar no es realmente un estándar, que si no lo pasas quedas fuera; es más bien un camino y un continuo de gente que está siempre mejorando en sustentabilidad (…) es como las certificaciones en fruta fresca: la gente viene, recibe su certificación y sabe que puede seguir mejorando”.

En la misma línea de recabar opiniones para enriquecer su contenido, se ha realizado una encuesta de priorización entre 64 stakeholders, nacionales e internacionales, y se ha logrado definir las temáticas más relevantes para las 5 dimensiones del estándar: ambiental, social, gestión, calidad y ética. Posteriormente, gracias a un cruce entre impacto v/s pertinencia, la encuesta arrojó la necesidad de hacer más eficiente el uso de recursos energéticos. El relacionamiento con comunidades locales también fue relevado como esencial para asegurar la sustentabilidad de las empresas del sector.

Finalmente, en la ejecución del benchmark, se han estudiado 16 estándares internacionales, lo que ha permitido crear un balance con más de 2.000 buenas prácticas, acciones y requerimientos, analizados dentro de las temáticas y dimensiones ya priorizadas en la encuesta previa.

En la siguiente etapa del diseño se conformarán comités consultivos de trabajo por área, para elaborar un listado de buenas prácticas ajustadas a la realidad nacional, consolidando el benchmark. Por último, se entregará un diagnóstico sectorial y, durante febrero, se realizarán salidas a terreno para visitar empresas agrícolas en la Región de O’Higgins.

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