En Chile, hace unas semanas ha comenzado el periodo de desarrollo o llenado de fruto, lo que es válido para diversos productos de exportación chilenos, y por supuesto, también para el ciruelo D’Agen, que luego de un proceso de secado se ofrece como ciruela deshidratada a más de 75 países en el mundo.

Respecto a lo que va de la temporada y con el foco puesto en los huertos, podemos señalar que este año se ve auspicioso, entre otros factores, gracias a que se tuvo buenas horas de frío en invierno (a diferencia del año pasado), sin heladas significativas en primavera y buena cantidad de agua caída -aunque hubo un par de lluvias intensas en septiembre, que afectaron algunas zonas de la VI Región, la principal para el ciruelo.

Nicolás Tagle, gerente de productores y calidad de Kaikén, proyecta un panorama auspicioso respecto a lo que será la cosecha 2025, gracias a lo que ha sido este año:

“Los huertos presentan una producción más pareja y estable, lo que augura un mejor rendimiento para la ciruela deshidratada. Aunque en algunos campos se tuvo que hacer raleos, estos fueron más bien dirigidos. Por otra parte, se vio un aborto un poco mayor de lo común, lo que ayudó a regular la carga permitiendo un crecimiento equilibrado. Estamos viendo árboles con buen potencial y frutos de calidad superior, lo que es una señal alentadora para el sector”.

Las temperaturas moderadas y una floración uniforme han sido factores clave. “A diferencia del año pasado, donde las condiciones climáticas afectaron en los bajos grados Brix obtenidos en cosecha, este año muestra un desarrollo más controlado y óptimo, esperando tener mayores grados Brix lo que ayuda a mejores conversiones” dijo Tagle, quien expresó optimismo sobre el rendimiento de la ciruela deshidratada este año, con calibres que se estiman en rangos de 70/80, representando una mejora significativa frente a los resultados de 2023.

En cuanto al proceso de secado, que comenzará en febrero, Tagle subrayó la importancia de una planificación adecuada. “Estamos trabajando con los productores para asegurar que todo esté listo para la temporada de secado, con la expectativa de una cosecha más uniforme y de mejor calidad” señaló.

 

En la zona de Lolol

Patricio Pávez, administrador general de Agrícola La Palma, y quien hace un análisis puntual de la zona de Lolol, que es donde están ubicados como agrícola, señala que “este invierno fue de buena acumulación de horas frío, lo que permitió que los huertos alcanzaran una carga normal. Esto debería evitar problemas en los grados Brix, aunque en algunos huertos específicos de la zona se observó un exceso de fruta, lo cual podría afectar levemente este indicador”.

“El campo viene este año con menos fruta que el año pasado, con menos carga que la temporada anterior, aunque igual ha habido que ralear huertos que tienen exceso de fruta. Esta menor carga es beneficiosa, ya que contribuye al aumento del calibre. Menos carga de base permite una mejora en el tamaño del fruto,” explicó Patricio Pávez, administrador general de Agrícola La Palma, ubicada en Lolol.

Respecto a la fenología, Pávez señaló que el año pasado las plantas venían atrasadas cronológicamente en unos 10 días, pero este año se ha vuelto a la normalidad. “Tuvimos horas frío normales, una brotación muy pareja y abundante floración. Sin embargo, el clima no fue tan benigno durante ese periodo, debido a dos lluvias que ocurrieron en pleno proceso de floración. Pese a esto, la cuaja fue buena, aunque no tan alta como la temporada pasada, pero adecuada productivamente hablando.”

El impacto de estas lluvias, que totalizaron 37 mm y ocurrieron en dos eventos puntuales durante Fiestas Patrias, resultó finalmente positivo. “Este exceso permitió una menor cuaja, lo que se tradujo en menos necesidad de ralear fruta”.

En cuanto al milimetraje de los frutos, el experto señala que comparando la semana 48 de 2023 vs igual fecha de este año, estamos en el mismo tamaño, igual calibre”.

 

 

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